Todo aquello que me gusta tiene una cuota de poesía,
La música,
las palabras,
el invierno,
la noche,
los bares,
Ellos esconden mucho más de lo que se puede percibir.
La poesía es la única a la que permito que me golpee,
me muerda,
me azote,
que tire de mis cabellos,
me asfixie hasta acabar conmigo,
porque lo que a golpes entra, se queda allí para siempre.
La poesía hace del objeto más humilde y obsoleto un tesoro codiciado.
Porque cambia nuestra manera de percibir las cosas
y aunque es escrita una sola vez,
no siempre dice lo mismo.
La poesía es como un sueño realista
te muestra eso que no conoces,
pero lo sientes muy cerca.
No cuenta historias, contagia sentimientos.
Lleva un lenguaje específico
que solo puede ser traducido
por una voz lectora,
la que está en la cabeza de cada persona
y nunca nadie ha escuchado.
La poesía es la única que sabe de perfecciones,
una sola palabra de más,
o de menos,
puede alterarlo todo.
Ella organiza las palabras mejor que cualquier diccionario,
puesto que aisladas suelen ser frías, heladas,
pero se vuelven magma dentro de un poema.
Las palabras justas en los versos correctos
son como la poesía en los rocanroles,
un Nobel las acredita.
La rima de las poesías vino para dar sorpresas
como la de unificar palabras
que nunca tuvieron algo que ver.
Para muchos,
La poesía es como una vela
que se apaga en un vaso de agua.
Sin tan solo supieran
que aún no se ha escrito un poema para ellos
Porque la poesía,
no cuenta lo que al escritor le pasa
sino que refleja
La vida de sus lectores.